13 de diciembre de 1922: nace Beatriz Guido

Sus primeras intervenciones aparecieron, a fines de la década del cuarenta, en las revistas rosarinas Espiga y Confluencia, esta última dirigida por ella misma y el poeta Hugo Padeletti. Luego de dos iniciales libros de cuentos publicó su primera novela, La casa del ángel (1954), que en 1957 sería llevada al cine por Leopoldo Torre Nilson y que sucesivas encuestas especializadas ubican entre las películas más importantes del cine nacional. Siguieron La caída (1956), Fin de fiesta (1958) y El incendio y las vísperas (1964). Con estas novelas se convirtió en una de las autoras más leídas de su época, junto a otras escritoras como Marta Lynch y Silvina Bullrich. El incendio y las vísperas, particularmente, fue un extraordinario éxito de ventas que tuvo múltiples ediciones consecutivas. En la Biblioteca Nacional pueden consultarse las primeras ediciones de sus libros, así como muchos ejemplares dedicados que la autora envió a Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares, Gonzalo Losada, Leonor Acevedo, Jorge Luis Borges, Dardo Cúneo y Tomás Eloy Martínez, entre otros escritores de su tiempo. La Sala del Tesoro, además, resguarda una primera versión manuscrita del cuento “Tarde de bodas”, publicado en La Biblioteca, revista de la Biblioteca Nacional (Segunda época, tomo IX, nro. 2, 1957).

A Torre Nilson lo había conocido en 1951, en casa de Ernesto Sábato. Con los años se convirtieron en pareja y conformaron una dupla de trabajo excepcional. Torre Nilson llevó al cine novelas y cuentos de Guido, y ella escribió los guiones de muchas de sus películas. De este trabajo colaborativo surgieron, además de las adaptaciones cinematográficas de muchos de los libros de Guido, películas como Setenta veces siete (1962), Los traidores de San Ángel (1967) El santo de la espada (1970) y Los siete locos (1973), entre otras. Con el regreso de la democracia, Guido se desempeñó como agregada cultural en la embajada argentina en Madrid, ciudad en la que finalmente murió en 1988.