Marcelo Cohen (1951-2022)

“Pero te das cuenta de que nunca vas a entender nada de veras mientras no contrastes tus supuestos conocimientos con una visión amplia desde la altura. No te preguntes si estás a tiempo. Estás”, Llanto verde.

El prematuro fallecimiento de Marcelo Cohen deja, además del dolor irremediable, el hueco profundo que su ausencia produce en la literatura argentina. Desde su temprana proximidad a la literatura fantástica, mediante la cual construyera un universo personal e inclasificable, hasta la increíble calidad y profusión de sus traducciones, Cohen cosechó el respeto y la admiración de un talento impar. Estudió en el Nacional Buenos Aires, pasó por el mítico taller de Mario Jorge De Lellis, abandonó la universidad y profundizó el estudio de inglés, francés, portugués e italiano. La tarea que desplegó como traductor es casi inabarcable, de Shakespeare a Wallace Stevens, de Raymond Roussel a Eliot, Lispector, Svevo, Henry James, Burroughs, Fitzgerald, Ballard y decenas más. En 1975 se fue a Barcelona donde también desarrolló diversos trabajos periodísticos en múltiples medios. Su estancia en Europa se prolongó veinte años en los cuales no dejó de producir.

Desde su primer libro de cuentos (Lo que queda, 1972), pasando por novelas, ensayos, revistas culturales (Milpalabras, Otra parte), guiones cinematográficos, notas y reseñas, Marcelo Cohen desplegó una inmensa producción casi sin precedentes. Su narrativa llena de originalidad, desarrolla una peculiar lingüística, llena de neologismos, geografías fantásticas como el renombrado "delta panorámico". Cohen rebautizó el mundo que narraba, creando un sistema comprensivo propio. Este frondoso imaginario en expansión culminó en su último y reciente libro: Llanto verde, de 2022. En este mismo año, recibió de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno su premio Rosa de Cobre, como reconocimiento a su trayectoria.

Conmovidos profundamente por su inesperada y sentida ausencia, acompañamos por este medio a su familia, amigos y colegas.